La televisión es una ventana a la sociedad, a la cultura, a lo que acontece y al mismo tiempo nos distrae con hechos ficticios y lúdicos. Todo ello puede hacer creer que estamos conectados con el resto de los seres humanos y al mismo tiempo en su función de distracción impide que analicemos con seriedad y rigor las ventajas y las desventajas que nos aporta el hecho de estar horas y horas frente a la misma.
Evidentemente no vamos a negar ni subvalorar las aportaciones que hace en cuanto a entretenimiento y divulgación de conocimientos y de cultura, pero no debemos olvidar que el aspecto de interacción se pierde a estar frente a una pantalla como es la televisión.
El ser humano ya desde su más tierna infancia necesita la interacción con el resto de los seres humanos. Desde su etapa egocéntrica hasta su total inserción en la sociedad, los niños deben establecer relaciones sociales entre sus iguales ya que por medio de esta interacción aprenderán normas de conducta, actitudes y comportamientos dentro de la sociedad.
La mejor forma de realizar este aprendizaje es el juego. Para los adultos la tranquilidad que ofrece el hecho de que los niños estén frente a la televisión, usualmente en el interior del domicilio, con un elevado grado de seguridad y al mismo tiempo de control y quietud hace que esta actividad sea preferida ante la otra posibilidad que es el juego y suele caracterizarse por falta de control, bullicio, ruido, necesidad de espacios abiertos y sobre todo requiere mucha paciencia.
Por ello los adultos tendemos auto engañarnos intentando obviar o no darle la importancia que tiene el juego entre los niños.
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http://portal.educ.ar/debates/eid/docenteshoy/debates/el-juego-y-la-importancia-de-s.php
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